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En la mayoria de los paises del mundo, Mayo es el mes de las madres. Por eso quiero hablarles de la mía y de una de las enseñanzas que me dejó que hoy me ayuda a ser un gran inversionista: la disciplina.

Como muchos de ustedes saben, mi padre era un empresario que llegó a Colombia hace más de 30 años, tras sufrir una quiebra. Para huir de los cobradores que lo acechaban en su país y, de paso, salvar su honor.

Él solo hablaba coreano e inglés. Mi mamá solo hablaba coreano. Sin embargo, cuando aterrizaron en Bogotá sabían que la única forma de salir adelante era seguir emprendiendo

De Casa en Casa Amasó una Fortuna con Disciplina

Con los pocos pesos que les quedaban en el bolsillo, compraron ropa que mi mamá se encargaba de vender de casa en casa. Para comunicarse, ella anotaba en un cuaderno, en su propio idioma, la forma como se pronunciaban las palabras en español porque no conocía este alfabeto. Y siempre llevaba una calculadora en la que escribía los precios de sus artículos. Y se la mostraba a sus clientes. Ellos, a su vez, anotaban en su calculadora el precio que estaban dispuestos a pagar. Y, tras un breve intercambio de señas, cerraban el negocio.

Recuerdo que mi mamá, en las mañanas salía con una bolsa plástica llena de las prendas que vendería. Y que al caer la tarde volvía con la bolsa vacía y dinero en sus manos.

Al otro día, mi mamá repetía la misma operación. Persistía. Un día, abrió una tienda de ropa. Luego otra. Y, luego, extendió su emporio a todos los eslabones de esa cadena de valor.

Yo, como mis padres, he tenido fracasos. En esos momentos siempre recuerdo a mi mamá cuando decía que uno no es millonario por lo que tiene, sino por su forma de pensar.

La Disciplina Fue El Legado De Mi Madre

La Disciplina Fue El Legado De Mi Madre

La Disciplina del Inversionista

Ahora cada vez que entro a hacer operaciones en la Bolsa de Valores me pregunto qué hubiera pasado si nunca hubiera tomado la decisión de hacerlo. Las personas tienden a dilatar sus decisiones acerca del dinero. Creen que está mejor en manos de alguien más que sí lo sepa manejar. Lo que no saben es que cada uno puede hacerse cargo de sus ganancias, y de sus pérdidas. Y así lograr su libertad financiera.

La disciplina del inversionista empieza por ahí. Por tomar la decisión de hacerte cargo de tu dinero porque es a ti mismo a quien te costaría perderlo. Luego, sácale provecho a la tecnología, que está ahí, disponible para ti. Para averiguar cuáles son las mejores formas de tener un ingreso adicional. O aumentar tu capital para construir tu futuro financiero.

Con esa información y el convencimiento de que tú eres el dueño de tu dinero podrás construir tu estrategia ganadora. Para invertir en la Bolsa de Valores, reducir tus pérdidas y multiplicar tus ganancias en el tiempo.

La Disciplina Y Los Hábitos Toman Tiempo

La disciplina y los hábitos toman tiempo y se construyen con cada pequeño paso. Así como solo logras dominar un arte cuando practicas a diario. Una semana o un mes tal vez no sean suficientes para que hagas operaciones exitosas en la bolsa. Pero puedes dar pequeños pasos que te conduzcan al resultado que esperas.

Cuando te sientas cansado o desilusionado porque no obtuviste el resultado que soñaste, no te detengas.  Si las cosas van bien, tampoco te detengas. Tu cerebro está preparado para defenderte de los peligros del medio ambiente. Pero se relaja cuando las condiciones te son favorables. Por eso en los buenos tiempos es cuando más debes trabajar en ti mismo y prepararte para cuando la fortuna llegue a tu puerta. O para cuando la pierdas.

Primero debes ser para luego tener y practicarlo a diario. Debes tener claro quién eres cuando recibes las ganancias. Y no solo qué destino les darás. Eso te ayudará a dar el ciento por ciento de tu potencial y disfrutar de la aventura de invertir.

Cuando inicies ese viaje, la gente a tu alrededor te mirará con desconfianza. Y no faltará quien te asegure que la Bolsa de Valores es solo para los poderosos. Pero si tienes claro quién eres y cuál es tu objetivo, a un solo click y en pocos minutos, podrás tener lo que siempre te pareció lejano si haces una buena inversión.

Mañana Te Pagarán Por Lo Que No Estás Haciendo

Mi mamá solía decir: “puede que no te paguen por lo que haces hoy, pero mañana te pagarán por lo que no estás haciendo”. Yo solo comprendí el significado de esa frase cuando sus empresas empezaron a crecer. Y hoy lo aplico cuando invierto en la bolsa. Sé que solo obtendré resultados si soy disciplinado y me esfuerzo para lograr lo que quiero. Tú también puedes hacerlo.

Ahora, cuéntame, ¿cuál es la mayor enseñanza de tu mamá que puedes aplicar en tu vida como inversionista?

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