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El 16 de junio leí una triste noticia: John G. Avildsen, director de las películas “Rocky” y “Karate Kid”, falleció en Los Ángeles como consecuencia de un cáncer de páncreas.

Este suceso me hizo recordar más que nunca lo maravillosas que fueron esas películas y, sobre todo, las grandes lecciones que le pueden dejar a cualquier persona y a cualquier inversionista en la bolsa.

Enseñanzas De Rocky Y Karate Kid

¿Tú las viste? ¿Qué opinas? Yo creo que muchas de las cosas que vi en esas dos películas no solo me han ayudado a tener mejores ganancias, sino a ser mejor persona.

Rocky, película dirigida por John G. Avildsen.

Rocky, película dirigida por John G. Avildsen

Si eres de mi generación, o un poco mayor, seguramente recuerdas a Sylvester Stallone en sus mejores años interpretando a Rocky Balboa, un boxeador que cree no tener mucho talento, aunque es visto como un potencial ganador por Mickey, ex campeón de los pesos gallos (de poco peso).

También te acordarás -y si no te lo cuento- de Daniel Larusso (Karate Kid), un joven que se encuentra desubicado en una nueva ciudad y que, al entrar en conflicto con unos jóvenes practicantes de karate, acepta la ayuda de Miyagi, un maestro oriental que le enseñará las mejores técnicas de defensa.

Ambas películas tienen cosas en común: retratan a dos hombres que no están muy felices con su vida por diferentes circunstancias, que tienen un talento oculto que no han potenciado, que encuentran a mentores que los ayudan en ese proceso y que creen en el amor como el motor de sus vidas.

¿Qué Legado Nos Dejan Rocky y Karate Kid?

La primera lección que me dejó Rocky Balboa, y que te he repetido con insistencia, es que primero debes confiar en ti mismo, en la fuerza de tus sueños y, luego, dar todo lo que tengas, tu mayor esfuerzo, para conseguirlos.  Él no creía en sí  mismo y tampoco tenía la voluntad para entrenar. Solo cuando cambió de mentalidad empezó a obtener diferentes resultados.

Karate Kid, por otro lado, me enseñó que nada se logra por la fuerza. En la primera parte de la película, él cree que peleando sin ninguna estrategia va a poder defenderse. Solo después de muchos golpes descubre que así no llegará lejos y que, tal vez, necesite la ayuda de alguien más experimentado para enfrentar los golpes de una forma más inteligente y no con la “fuerza bruta”.

Esto, precisamente, es lo que entiende Rocky a medida que avanza la película y esta es la segunda gran lección. Cuando Apollo Creed lo elige como su contrincante y Rocky acepta el reto, aunque sabe que se enfrenta a un gran oponente, acepta seguir las órdenes de su entrenador, Mickey. ¿Si no lo hubiera hecho, crees que habría obtenido los mismos resultados por sí solo o que hubiera fracasado en la pelea?

Karate Kid, película de John G. Avildsen.

Karate Kid, película de John G. Avildsen.

En Karate Kid ocurre algo similar. Al ver a Daniel en problemas, el maestro Miyagi se ofrece a ayudar y asigna unas misiones al aprendiz que a él le parecen simplemente ridículas. ¡Esta es una de las mejores partes de la película! Lo pone a lavar los platos. Daniel simplemente no lo soporta, pero después comprende que ese es el mejor entrenamiento para practicar movimientos que le pueden dar la victoria en una pelea.

Y la tercera gran lección tiene que ver con el amor. A parte del tema de las artes marciales, a Rocky Balboa y a Karate Kid los une el hecho de que se enamoran de mujeres que se convierten en un motivo para luchar, para vivir. De hecho, a Rocky termina importándole más ver a su enamorada que el resultado de  la pelea.

Y Karate Kid decide pelear, en primer lugar, para que su enemigo lo deje en paz y pueda estar con esa mujer que ama. Me pregunto qué hubiera pasado si él no hubiera tenido por qué luchar. Seguramente ni siquiera habría aprendido a pelear, se habría mudado de ciudad y habría acabado así con el problema.

Estas películas, como te dije al principio, pueden ser una simple entretención, pero tienen un mensaje profundo para las personas que como tú cada día deben resolver o superar obstáculos y que tienen múltiples ocupaciones o actividades a las cuales dedicarles su atención.

Aquí solo te hablé de unos pocos aspectos que para mí son los principales que debemos tener en cuenta como inversionistas.

Por ejemplo, Karate Kid está basada en el cuento “A veces el corazón de la tortuga”, del escritor japonés Kenzaburo Oe. Para mí una de las frases más importantes de este cuento es esta que el maestro Miyagi le dice al joven Daniel: “Ahora sabes lo que es tener el corazón de la tortuga. Debes ser suave, como la cara de la tortuga, y fuerte, como los brazos de la tortuga”.

Ahora te aconsejo que veas las películas o las vuelvas a ver para que extraigas tus propias conclusiones.

¿Cuéntame qué aprendiste de Rocky Balboa y Karate Kid?

 

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