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En días pasados te conté que escribiría varios artículos sobre el interés compuesto porque es una herramienta que puede convertirse en tu mejor amigo o en tu peor enemigo.

En esa ocasión te hablé sobre el interés compuesto como una forma de generar riqueza al permitir que tu dinero crezca exponencialmente en el tiempo.

En esta ocasión te hablaré de una palabra que tú o muchos de los que me leen seguramente no querrán oír: deudas.

Empezaré por contarte que la palabra deuda, que significa la obligación de pagar o devolver algo, viene del latín debita y esta de dehibere que significa… ¡tener sin tener!

Las Deudas Hacen Ricos A Otros Mientras A Ti Te Empobrecen

Eso me hace recordar una frase que he visto mucho en las redes sociales y que expertos y gurús de diferentes tipos repiten constantemente: “Muchas personas gastan dinero que no han ganado para comprar cosas que no necesitan e impresionar a personas que no les agradan”. Es posible que te sientas identificado.

Ahora, ¿qué tienen que ver las deudas con el interés compuesto?

Técnicamente, el interés compuesto es aquel interés que se cobra por un crédito y al ser liquidado se acumula al capital, por lo que en la siguiente liquidación de intereses, el interés anterior forma parte del capital o base del cálculo del nuevo interés.

interes compuestoEs por eso que tal vez hayas sentido que aunque pagas cumplidamente tus cuotas, mes a mes, aunque des pasos hacia la cima, nunca llegas y tu deuda no disminuye. Te explicaré por qué.

Empecemos con las tarjetas de crédito.

Lo primero que hay que decir sobre ellas es que cuando el banco te las ofrece, aunque sientas que te están ofreciendo dinero, lo que te están ofreciendo son deudas, es decir dinero que no tienes, pero que te gastarás y sobre el que terminarás pagando intereses. Empezamos mal, ¿no crees?

Ahora, supongamos que adquieres uno de estos plásticos que te permiten adquirir objetos o servicios y lo usas para pagar algo que te cuesta US$5.000 diferido a tres años. La tasa de interés anual de la tarjeta es del 63% en algunos países de Centro América. Aquí va la triste noticia: en total, entre capital e intereses, terminarías pagando US$11.229, es decir más de la mitad de lo que en realidad gastaste.

Ya teniendo esa deuda, y tras revisar las cuotas mensuales que tendrías que pagar, ¿en cuánto tiempo crees que puedes salir de esa deuda? ¿No habría sido mejor ahorrar antes y pagar de contado que pagar al banco dinero en intereses que te podrías gastar en tus próximas vacaciones?

Las Deudas Y Préstamos Son Exorbitantes

Con los préstamos de libre inversión ocurre algo similar. Si adquieres uno de US$10.000 a cinco años con una tasa de interés anual de 28% terminarás pagando ¡US$18.681! entre intereses y capital.

Piensa  por un momento: si esos US$8.681 que le estás pagando el banco en intereses te los pudieras gastar o invertir en algo más, ¿en qué lo harías? ¿Qué tal si pudieras ahorrarlos o invertirlos y poner al interés compuesto a trabajar para ti?

 

Si quieres ampliar más el tema sobre el interés compuesto, te invito a que leas el siguiente artículo.

Como lo digo siempre: el interés compuesto puede llegar a convertirse en un exterminador de tus finanzas.

Pero la idea no es que te quedes pensando en lo negativo, en cuantos intereses le has pagado al banco, sino que puedas revertir esa situación y usar el interés compuesto a tu favor.

Pequeños Pasos Para Salir De Tus Deudas

Te contaré una historia: un hombre iba en una canoa muy cerca de la playa cuando esta se empezó a inundar porque tenía un hoyo. El hombre empezó a sacar agua de la canoa porque creyó que de esa forma evitaría que entrara más agua y, al final, la canoa se hundió.

¿Qué habría pasado si este hombre en vez de tratar de sacar el agua hubiera tapado el hoyo por donde se estaba entrando? Seguramente esta solución habría sido más efectiva y él habría alcanzado a llegar a la orilla.

Esto es lo que te sugiero que hagas con tus finanzas: en vez de tratar de sacar el agua con tarjetas de crédito o préstamos de bancos a los que les pagarás más de la mitad de lo que te gastas, tapa el hoyo. Para esto:

  • A partir de tu presupuesto mensual, haz un balance de tus deudas que incluya la persona o entidad a la que le debes, el valor que debes, la tasa de interés, el valor de la cuota mensual y el tiempo en el que debes pagar.
  • Fíjate como objetivo pagar primero la deuda que tenga el interés más alto. Sin descuidar tus otras obligaciones, trata de hacer abonos aparte de la cuota mensual.
  • Evalúa opciones como rediferir o refinanciar la deuda, pero ten en cuenta que estas opciones pueden significar cambios en las tasas de interés y en los plazos que te den para pagar tus deudas.
  • Cuando llegue el momento de pagar, ¡por favor no uses avances para pagar tus cuotas de las tarjetas de crédito o de los préstamos! Muchos usan este mecanismo, pero lo único que logran es aumentar sus deudas y así nunca van a salir de ellas.

Ten en cuenta que quienes te ofrecen tarjetas de crédito y préstamos no contentos con cobrarte intereses, te cobran comisiones de manejo y comisiones por realizar transacciones o por realizar retiros en los cajeros automáticos.

Otros te endulzan el oído diciéndote que te darán millas o puntos redimibles por cada compra que realices con las tarjetas, pero, independientemente de ese beneficio, recuerda que tú serás quien termine pagando el interés.

Tal vez te estés preguntando si yo mismo tengo tarjetas de crédito o no y la respuesta es que sí las tengo, pero solo las uso cuando debo hacerlo, como cuando me registro en un hotel y me las exigen o cuando alquilo un carro en otros países durante mis viajes.

Hablando de deudas…

  1. ¿Tienes deudas?
  2. Si tu respuesta es sí, ¿crees que naciste para pagar deudas? Yo creo que no y por eso te doy estos consejos.
  3. Cuéntame cómo te va aplicando estos consejos.
  4. Comenta si tienes más dudas que te pueda ayudar a resolver.

 

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