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Cómo ganar la lotería es uno de los mayores enigmas y deseos. Cada vez que alguien obtiene el premio mayor, surge la duda sobre cómo emularlo. Y sobre la clave para hacerse millonario con una pequeña inversión y en un corto periodo de tiempo.

Al respecto, circulan múltiples teorías. Algunos usan la fecha de la muerte de su cantante favorito como número de la suerte. Otros, incluso, siguen al pie de la letra la instrucción que les da la inteligencia artificial.

En ocasiones, esas teorías han probado ser ciertas. Pero caer en esa espiral con el afán de ganar dinero no es la mejor práctica financiera. De hecho, va en contra de los principios que constituyen a los verdaderos millonarios.

¿Por qué obtener una gran suma de dinero de la nada tendría un carácter negativo? Principalmente, porque la gente quiere ser millonaria. Pero eso es diferente a estar preparada para manejar ese nivel de riqueza.

Te lo explicamos con un ejemplo más sencillo. Todos quieren tener un millón de dólares ¿verdad? Pero nadie sabe cuánto pesa una bolsa llena de billetes que suman un millón de dólares. Por eso decimos que querer ser rico es una cosa, estar preparado para serlo es otra.

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¿Esforzarme? ¿Para Qué?

Cuando una persona espera ser rica ganando la lotería deja de esforzarse

Cuando una persona espera ser rica ganando la lotería deja de esforzarse – Hyenuk Chu | Fuente: Unsplash

Entonces, ¿cómo estar listo para recibir u obtener riqueza? Una de las cualidades que ganarse la lotería inhibe en quienes desean o ganan el premio es el esfuerzo. Este es un concepto que se debe observar desde dos perspectivas.

Existe una corriente de pensamiento según la cual el universo (o Dios) es el proveedor de los hombres. En ese sentido, la riqueza está dada y no hay que esforzarse por obtenerla. Solo hay que reclamarla.

Por otro lado, se dice que en el esfuerzo es que se encuentran las recompensas. Mahatma Gandhi decía que “un esfuerzo total es una victoria completa”. Es decir que sin esfuerzo no hay premio.

Tomar acción, de alguna manera, es la frontera entre las dos visiones. Para “reclamar” la riqueza hay que actuar. Es decir, emprender, trabajar o aprender a invertir, sin que esto signifique un esfuerzo sobrehumano.

Para obtener la recompensa también hay que tomar acción. En cambio, esperar para ganarse la lotería es evadir la necesidad de tomar una acción. Por eso, confiar en que la lotería te sacará de pobre no es una buena práctica financiera.

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Cómo Ganar La Lotería: Cediendo El Control

Cuando una persona espera a ganarse la lotería para solucionar sus problemas, sucede lo mismo. Es decir que incurre en otra práctica financiera que se debería evitar. Esta práctica es la de ceder el control.

Se refiere a que la persona deja de tomar acción. Y, paralelamente, espera a que el destino haga todo el trabajo. Entonces, cuando deja el proceso en manos de alguien más, le da poder sobre el resultado.

Por eso, es común oír decir a la gente que la suerte no la favorece. O que, como el gobierno tomó una decisión o la otra, no hay nada que se pueda hacer. Se trata de gente que deja su posibilidad de alcanzar el éxito en manos de un factor externo.

Claro, la lotería sería de gran ayuda. Pero no es acertado esperar a que el universo conspire a nuestro favor para alcanzar la riqueza. Ese es un trabajo que requiere de una actitud más activa que pasiva.

En otras palabras, requiere de tomar el control sobre las acciones que pueden llevar a alguien a su meta financiera. Solo de esta forma es posible tomar una responsabilidad sobre el posible resultado.

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La Adicción: Otro Peligro

Al jugar la lotería se activan hormonas que provocan adicción

Al jugar la lotería se activan hormonas que provocan adicción – Hyenuk Chu | Fuente: Unsplash

Sumado a lo anterior, la incesante búsqueda de cómo ganar la lotería conduce a otro peligro. Se trata de la adicción. Está científicamente comprobado que, cuando una persona es adicta a algo y satisface esa adicción, hay cambios en su cuerpo.

Especialmente, se libera la dopamina, que es la hormona del placer. Esto hace que cada vez haya un mayor deseo de obtener el estímulo que provoca ese placer. Así, inicia el círculo vicioso de la adicción.

En relación con la lotería, la adicción representa varios peligros financieros. En primer lugar, conduce a una persona a gastar el dinero que no tiene jugando. Pero lo peor es que la hace perder el norte con respecto a porqué juega.

En ese punto, ya la persona ha perdido cualquier deseo de obtener dinero. Más aún, de lograr una meta financiera. Lo que la mueve es la dopamina que se produce en su cerebro cada vez que juega.

El resultado es una adicción en su máximo nivel. Y unos bolsillos rotos en los que no se retiene el dinero. Por eso, si se juega la lotería, siempre se debe evitar que se convierta en una adicción.

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Cómo Ganar La Lotería Sin Detenerse En El Intento

Finalmente, existe otro aspecto relacionado con ganar la lotería que es clave reconocer. Sobre todo, cuando se espera que la lotería sea la solución a cualquier problema financiero. Se trata del fracaso.

Según las estadísticas, más del 70% de los ganadores de lotería acaban arruinados. Además, solo una persona en un millón suele quedarse con el premio mayor. Ese fracaso dispara la necesidad de continuar jugando hasta obtener ese premio.

Pero lo que ocurre es que se cae en la adicción. Mientras tanto, la billetera continúa vacía. El fracaso no solo afecta las finanzas de una persona. También afecta su autoestima. Como el cerebro reconoce a la riqueza como la recompensa, sigue jugando.

El resultado vuelve a ser el fracaso porque en ese círculo vicioso se deja de lado un aspecto clave. Se trata de la mentalidad. Habría que verlo, pero tal vez los ganadores de lotería, en una fracción de segundo, han tenido una mentalidad correcta.

Por otro lo anterior, aunque parezca la solución a todos los problemas, ganar la lotería no siempre es bueno. O, más bien, habría que prepararse emocional y mentalmente para que al buscar riqueza no se pierda la cabeza. Ahora, por favor, cuéntanos:

  1. ¿Cada cuánto juegas a la lotería?
  2. ¿Por qué lo haces o qué sensación te despierta?
  3. ¿Qué sientes cuando no ganas?

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