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Dinero y amistad son dos conceptos que nunca deberían mezclarse, de acuerdo con algunos. Se dice popularmente que, cuando se le presta dinero a un enemigo, se conquista. En cambio, cuando se presta dinero a un amigo, se pierde.

También se dice que, entre prestar dinero a un amigo o ese amigo, se debe escoger qué se valora más. El motivo es que, seguramente, a causa del dinero la amistad se perderá. Pero ¿son ciertos estos tabúes?

De alguna manera. Casi todos conocen a un par de amigos que se han distanciado por dinero. Especialmente, porque uno pidió un dinero al otro que nunca le devolvió. Pero esto no significa que los amigos que lo comparten casi todo no compartan también el dinero.

De hecho, existen parejas o grupos de amigos que respetan las reglas del dinero. O que han emprendido grandes proyectos juntos en los que el dinero es crucial. ¿Cómo hacer entonces para que el dinero no dañe una amistad?

Esta es la regla número 1: ten tus finanzas claras. Si no lo haces, será imposible que compartas el dinero con un amigo. Especialmente, porque no podrás ponerle condiciones para prestárselo o para invertir con él.

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Una Cuestión De Confianza

En cuestiones de dinero y amistad hay que hablar claro para evitar malentendidos

En cuestiones de dinero y amistad hay que hablar claro para evitar malentendidos – Hyenuk Chu | Fuente: Unsplash

Cuando se habla de dinero y amistad, igualmente, son claves la confianza y el diálogo. Se necesita coraje, confianza y respeto para pedirle dinero a alguien. Y se requiere de lo mismo para decirle que sí o para decirle que no.

Sobre la base de esos tres factores, cualquier petición o respuesta que se haga no tiene por qué dañar una amistad. De hecho, el que dos personas se lleven bien y establezcan un lazo en torno al dinero puede resultar en una fórmula ganadora.

Existen parejas de amigos en los que uno es bueno vendiendo, mientras que otro es más hábil con las finanzas, por ejemplo. Entonces al fundar un negocio cada uno se dedica a lo suyo, teniendo un objetivo en común.

Pero también se da el caso opuesto. Es decir, el de dos amigos que se unen para fundar un negocio. Sin embargo, terminan separados porque las diferencias empresariales son más fuertes que el lazo emocional.

Steve Jobs y Steve Wozniak son el mejor ejemplo. Se hicieron buenos amigos cuando los presentó un tercero. Pusieron los cimientos de Apple (AAPL). Pero cuando Wozniak se quiso distanciar del negocio, la amistad no volvió a ser igual.

Dinero Y Amistad: ¿En Riesgo Por La Riqueza?

Cuando se habla de dinero y amistad, otros temas salen a la luz. Por ejemplo, el de la conveniencia o no de tener amigos del mismo nivel social. Dicen los expertos en finanzas personales que uno se parece a las cinco personas con las que más comparte.

Por lo tanto, si los amigos de una persona no tienen una cultura financiera, es posible que termine pareciéndose a ellos. Pero eso no quiere decir que, al tener amigos millonarios, una persona se haga millonaria.

Es más, moverse en un círculo social de un mayor nivel económico puede ser contraproducente. Puede conducir a una persona a gastar de más solo por aparentar y así poner en riesgo sus propias finanzas.

Lo anterior, así mismo, resulta contraproducente en otros sentidos. Cuando una persona se siente inferior a otra en términos económicos se puede afectar su autoestima. Y eso no ayuda si el objetivo, precisamente, es alcanzar la libertad financiera.

El otro riesgo es que la amistad se pierda por esas diferencias. Una situación que completaría una fórmula del desastre. Esta es no tener dinero, no tener amigos y no tener autoestima. Una fórmula que se debe evitar.

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Por Unas Amistadas Sanas

Antes de afectar la fórmula de dinero y amistad, soluciona tus propios problemas financieros

Antes de afectar la fórmula de dinero y amistad, soluciona tus propios problemas financieros Hyenuk Chu | Fuente: Unsplash

Entonces, ¿cómo hacer para que el dinero no sea la causa de destrucción de una amistad? Para empezar, recuerda la regla número uno. Si no tienes tu vida financiera resuelta, evita tratar de arreglar la de los demás.

Pongamos un caso práctico. Si aún gastas menos de lo que ganas, no prestes dinero. Si lo haces, aunque sea con las mejores intenciones, solo aumentarás tu “hueco” financiero. Así que resuelve primero tu situación.

Si tienes excedentes de dinero y te puedes permitir prestarlo, hazlo. Pero analiza todas las variables en cada caso. Trata de hacer transacciones de dinero solo con amigos que se hayan ganado tu confianza.

Lo mismo aplica para los negocios. Nunca emprendas con ese amigo desordenado que nada en deudas. El hecho de que esté a tu lado no lo hará cambiar. El resultado de esas asociaciones, seguramente, no terminará bien.

Haz siempre un análisis objetivo de estas situaciones para que no pierdas ni el dinero ni la amistad. A veces es mejor decir que «no» a tiempo antes que quedarse “sin el pan y sin el queso”.

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En Vez De Dar Pescado…

Finalmente, ten en cuenta este milenario consejo. Se cree que es mejor enseñar a pescar que dar pescado. ¿Por qué? Volvamos al caso de la amistad. Si te conviertes en la caja menor de tus amigos, ¿qué pasará?

Siempre que necesiten dinero vendrán a ti a pedírtelo. Pero no solo eso. Es probable que no siempre lo hagan con las mejores intenciones. O que no tengan la capacidad o la intención de pagártelo.

Por eso, más allá de abrir la billetera, es aconsejable tomar otras acciones. Puedes, por ejemplo, ayudar a tu amigo a construir su plan financiero. O a construir un plan de pago de deudas a partir de sus propios ingresos.

También puedes recomendarle a un asesor que le brinde alternativas. O, incluso, a ir a una institución financiera donde pueda obtener tanto asesoría como dinero. Tal vez de esa forma conserves el amigo y él pueda salir de su crisis financiera.

En El Club de Inversionistas sabemos que esa es la situación de muchos. Por eso, te invitamos a ti y a tus amigos a que te unas a retos como el de Pago de deudas. O al de ahorro, al que le llamamos Challenge1K. Inspira y déjate inspirar por otros que, como tú, están buscando su libertad financiera. Ahora, por favor, responde:

  1. ¿Alguna vez has prestado dinero a un amigo que no te lo ha pagado?
  2. ¿Qué piensas y sientes sobre esa situación?
  3. ¿Cuál crees que es la mejor manera de ayudar financieramente a un amigo?

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