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Hoy te hablaré acerca del fracaso. Porque por estos días, los primeros del año nuevo, es común hablar de cosas bonitas. De tus sueños o metas. De tus propósitos y de cómo lograrlos.

Pero se habla poco acerca de uno de los principales enemigos que tenemos los humanos. Y es el miedo al fracaso. Léelo bien. Porque nuestro enemigo no es el fracaso como tal. Sino el miedo que le tenemos y que nos impide enfrentarlo.

Y te hablo de fracaso porque, seguramente, este año no todo te saldrá como lo esperas. No te lo digo por ser pesimista. Ni mucho menos porque quiera que así sea. Sino porque el fracaso hace parte de nuestras vidas.

Y por eso es que debemos aceptarlo y encararlo. Porque solo así podemos superarlo y salir adelante. No lo digo yo. Puedes verlo en la historia de muchas personas que encontraron en el fracaso, o en el fracaso que les auguraban los demás, el trampolín para su éxito.

El Fracaso Y Cuando Te Dicen Que No Puedes

Muchas veces los demás alimentan nuestro fracaso.

Muchas veces los demás alimentan nuestro fracaso.

Una de esas personas, a quien le auguraron un futuro turbio, es nada más ni nada menos que la cantante Shakira. ¿Y sabes quien fue esa persona que le dijo que ella no cantaba bien? Nada más ni nada menos que una de sus profesoras del colegio.

Shakira habría podido creerle. Y fracasar en su intento de ser cantante. Pero superó la frustración inicial de ese primer momento y nunca, nunca, desistió. Hoy es una de las cantantes más famosas del mundo y, además, ¡es millonaria!

Casos como el de ella hay muchos. Pero todos nos dejan una lección en común. Y es que cada uno de nosotros tiene el poder de decidir qué queremos ser. O en qué queremos convertirnos.

¿Alguna vez te has hecho esa pregunta? Yo sí. Por eso soy lo que soy hoy. Y tengo la vida que tengo y que un día soñé. Así que no te tardes más y pregúntate qué quieres ser o en qué quieres convertirte.

El Fracaso y No Creer En Ti Mismo

Hay que decir algo más acerca del fracaso. Y es que a veces es un mal autoimpuesto. Es como si al levantarnos en la mañana no pensáramos en que podemos lograr algo. Sino en que no somos aptos para eso.

Lo peor es que cuando nos sentimos así, el mundo se encarga de darnos la razón. Como pasa a veces en las películas. ¿No te ha pasado que cuando algo sale mal, luego todo sale mal?

Esa es otra de las grandes enseñanzas del fracaso. Y es que debes aprender a confiar en ti mismo, aunque al mirarte al espejo ni siquiera te reconozcas. Porque solo ese convencimiento te hará más fuerte frente a ese enemigo personal que todos llevamos adentro.

Si aplicas esa autoconfianza, estarás listo para dar el siguiente paso en el camino de enfrentar el fracaso. Que es tal vez el más difícil, pero el más importante de todos. Aquí vamos.

Enseñanza del fracaso.

Enseñanza del fracaso.

Soy Un Fracasado ¿Y Qué?

Aceptar que has fracasado es tu trampolín para superar el fracaso. Porque no se trata de que te creas un fracasado y permanezcas ahí para siempre. Tirado a un lado de la carretera. Llorando o quejándote.

Sino de que aceptes que fracasaste para que, desde el fondo, sepas que hay algo mejor. Y puedas poner a andar tu motor para ir a buscarlo. O ¿qué hubiera sido de Bill Gates si no hubiera fundado a Microsoft tras fracasar en su primer emprendimiento?

Básicamente, si has fracaso no puedes partir de la nada. Y aceptarlo es como esa dosis mínima de gasolina que requieres para continuar el camino. Así que disfruta de tus fracasos y lo que traigan con ellos. Saca de ahí las cosas buenas.

Después de un tiempo sabrás que tu historia no sería la misma sin esa página que habla de tu fracaso. Y que él te sirve como cimiento para estructurar eso en lo que quieres convertirte.

Nada Es Tan Grave

El fracaso es un trampolín al éxito.

El fracaso es un trampolín al éxito.

Dicen por ahí que lo único que no tiene remedio es la muerte. Por eso, hay otra clave que te quiero dar hoy y es que aprendas a reírte de tu fracaso. Te lo digo por una sola razón y es que en la vida todo pasa.

Incluso el peor fracaso, o el peor ridículo que hayamos hecho, se convierten en historia al siguiente segundo. Y aunque inmediatamente no lo veamos, luego descubrimos algo. Y es que nada es tan grave como pensamos.

Por eso, si fracasas, no te escondas, ni temas hablar de eso. Porque un fracaso es al mismo tiempo una lección. Una lección es una pista que nos da la experiencia para ser mejores. Ser mejores nos conduce a nuestra meta. A esto se reduce la ecuación.

Además, aceptar que nada es tan grave es tu mejor arma contra el miedo. El miedo a lo que dirán los demás. O lo que pensarán los demás de ti. Y el miedo que da volver a intentarlo.

Enfrenta Tus Miedos

Finalmente, quisiera que te preguntaras sobre el miedo. Porque el miedo nos hace fracasar. Nos impide aprender de los fracasos. Y nos mantiene atados al pasado, pensando en lo que pasó o lo que podría pasar.

Entonces, ponte tu mejor armadura contra el miedo. Y desde esa posición, en la que tienes el control, hazte estas preguntas para que descubras qué puede estar manteniéndote rezagado:

  1. ¿A qué le tienes miedo?
  2. ¿Ese miedo se basa en algo que te pasó o solo en algo que imaginas?
  3. ¿Enfrentas ese miedo?
  4. ¿Te funciona tu estrategia contra el miedo?
  5. ¿Superar tus miedos te ha ayudado a superar tus fracasos?

 

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