Cómo Lograr Metas Grandes. Hyenuk nos regaló este Buenos Días con Hyenuk, es llamado Cómo Lograr Metas Grandes [Buenos Días con Hyenuk Chu] T1 E39… La historia de los palillos chinos para lograr tus metas.

El gran mensaje: cualquier cosa grande que tú tengas la realizarás si te enfocas en cosas pequeñas que puedas solucionar en ese momento. Si tienes un problema o meta muy grande, difícil de romper, comienza por poco, preocúpate solo por la que hoy tienes que romper y nada más. Tarde o temprano terminarás esa gran tarea.

Si lo deseas, puedes darle play y escuchar aquí mismo:

Cómo Lograr Metas Grandes

Muy buenos días. En este episodio 39 vamos a hablar de algo que yo aprendí cuando era realmente muy, muy, muy, muy niño. Tal vez era menor de diez años porque me acuerdo de que fue cuando yo estaba viviendo en Seúl y en ese entonces tenía un dilema y tenía una cosa muy difícil que soportar en el colegio.

Era un proyecto que ya ni siquiera me acuerdo de qué se trataba, pero era un proyecto de ciencias. Y yo ya había dado por fracasado ese proyecto. Estaba sentado en mi habitación pensando qué hacer. Imagínate, un niño de diez años en su proyecto de ciencias ahí derrotado diciendo «¿qué voy a hacer?».

Pero hay algo que yo aprendí ese día. Mi padre entró, recuerda que en Asia los padres no son amorosos. Nada de las cosas. Bueno, tal vez tus padres tampoco. Si te daba una palmadita en la espalda, eso quería decir que te amaba mucho.

Y lo que sucedió en ese entonces es que mi padre que siempre yo lo tenía como una figura de respeto, una figura de castigo: «Era el cinturón de mi madre» o «la chancla de los latinos». ¿Por qué? Porque pues cada vez que yo hacía algo malo, no sacaba buenas notas. O no hacía las cosas bien. Mi mamá siempre decía: «le voy a contar a tu padre».

«Le voy a contar a tu padre»

Así que cuando él llegaba la frustración era mayor. Yo sabía que mi papá iba a llegar y me iba a regañar. Dije, ahora me va a decir que «no soy lo suficientemente inteligente», «que no fui X, Y, Y». En fin, realmente estaba muy asustado, más que en ese momento de no haber logrado el proyecto.

Pero ese día fue algo diferente. Porque él se acercó he hizo algo que a mí me asombró ese en ese momento de la niñez y todavía lo sigo aplicando cuando me veo abrumado con cosas que son muy grandes de lograr.

Pero ese día fue algo diferente

Quiero que me ayudes a compartir en este momento qué cosas grandes estás tratando de lograr y no has podido lograr. Tal vez terminar el colegio, tal vez terminar la universidad, hacer una maestría, doctorado, lograr un ascenso, lograr la independencia financiera, armar una familia amorosa, etc. Si te pones a pensar todos tenemos esas metas grandes, esos sueños grandes que cumplir. Pero qué difícil es lograrlas.

Pero mi padre ese día me explico de una manera muy simple cómo lograrlo. Como estaba haciendo un proyecto de ciencias, tenía palillos. No sé si conocen los palillos chinos. Tenía muchos para poder hacer las estructuras y demás.

Él me dijo:

– «Hijo, ¿qué es lo que te pasa?».

No era muy amable, la verdad. Y yo con mucho miedo dije:

– «Papá, es que este proyecto de ciencias me está quedando muy grande. No he podido hacerlo y no me queda bien. Y yo sé que mañana me va a ir muy mal. Mis amigos se van a burlar. Mi profesora me va a regañar y yo sé que tú no estás muy satisfecho con lo que he hecho y tal vez no te sientas orgulloso de mi».

Mi padre se sentó y me dijo:

– «Oye, yo te entiendo. Todos, niños, hasta a mí nos toca hacer ese tipo de cosas. Cosas difíciles de lograr. Porque a veces queremos cosas mejores para nosotros. Pero cuando realmente es una cosa importante para ti es difícil, porque las cosas más importantes nos cuestan, ¿verdad?».

Yo le dije:

– «Si, padre, eso está realmente costándome. No sé cómo lograrlo».

Te voy a enseñar algo. Tomó todos esos palillos chinos, destapó muchos, los tomó y los armó en un grupo grande. Y me dijo:

– «Hijo, tómalo, pártelo».

Yo, traté de partirlo. Traté de partirlo. Traté de partirlo, pero con mis manos pequeñitas de niño de diez años no era posible partir esos palillos.

Y quiero que hagas la prueba. Si quieres en tu casa, o cuando vayas a un restaurante chino, japonés o coreano. Ve y toma quince o veinte palillos de esos e intenta romperlos a ver si lo puedes hacer con las manos. Es difícil.

Me dijo:

– «Así te sientes con tu proyecto, ¿verdad?»

Yo:

– «Sí, es cierto. Muy imposible».

Mi padre dijo:

– «¿Sabes que no? ¿sabes cómo se logran los problemas más grandes, las metas más grandes? ¿sabes cómo se construyen las cosas gigantes? ¿te acuerdas de ese templo con esa estatua gigante de Buda al que fuimos –que tú dijiste «wuau, papá ¡este templo es muy grande»»–? Te preguntabas cómo lo construyeron en esa montaña. Esos templos, esas estatuas se construyen piedra a piedra, madera por madera, con mucha paciencia».

Y me pasó un palillo. Uno solo. Y me pidió que lo partiera.

Lo tomé e inclusive con mi mano de un niño de diez años pude partirlo.

– «¿Cómo te pareció esto? ¿Te pareció fácil o difícil, hijo?»

Le dije:

– «Padre, me pareció muy fácil».

Mi padre sonrió y dijo:

– «Bueno, pues ahora nos vamos a sentar y vamos a hacer tu proyecto poco a poco. No importa si nos vamos a trasnochar. Pero estoy seguro de que, si solucionamos un problema a la vez, un paso a la vez, una piedra a la vez, un palo a la vez… Vamos a llegar».

Un paso a la vez

No sé qué hice en ese proyecto, pero me acuerdo que me fue muy bien. De hecho, fui premiado y estuve muy feliz. Pero yo creo que mi padre más orgulloso porque entendí el gran mensaje:

Cualquier cosa grande que tú tengas, tal vez no sea una meta o la meta que tengas quizá sea una deuda muy grande. Por ejemplo, yo tuve una deuda grande; pero la única forma que tuve de salir fue no dejarme abrumar por lo grande que es el problema o la meta, sino empezar a enfocarme en cosas pequeñas que yo podía solucionar en ese momento.

Si tú quieres ser un gran profesional, empieza a mirar qué cosas puedes comenzar hoy a hacer y seguir adelante. Tal vez no sea ir a ver una película a Netflix o ir al cine. Tal vez sea leer un libro. Tal vez pensar de una manera diferente a nivel profesional y encontrar unos espacios donde tu puedas crecer hacia ese nivel.

Tal vez, si eres trader debes enfocarte en lograr esas pequeñas operaciones de ganancias pequeñas, no operaciones de lotería grandotas, sino pequeñas; e ir avanzando poco a poco, poco a poco y seguramente vas a llegar a la meta.

Y así también en temas de ahorros, inversiones, en todo tenemos que tener ese ejercicio.

Espero que te haya gustado esta pequeña historia personal mía, que también creo que es aplicable para muchas personas aquí en Latinoamérica o en España y espero que lo desarrolles.

Piensa en este momento cuál es ese palito que puedes romper hoy. No te preocupes con el que tienes que romper mañana. Preocúpate solo por el que hoy tienes que romper. Y estoy casi que seguro que, cuando menos te des cuenta, habrás roto treinta palos, cincuenta palos, sesenta palos. Y, cuando menos te des cuenta, habrás destruido un tronco completo y te sentirás muy orgulloso. Y no solamente tú, sino la gente que está a tu alrededor.

Espero que tengas unos días con emociones y energías positivas. Pero, sobre todo hoy, enfócate en tu prioridad y ve por ello. Que tengas un lindo día.

En Buenos Días con Hyenuk me vas a encontrar hablando sobre temas cotidianos, pero abordados desde un punto de vista algo distinto.

El objetivo con estas sesiones es hacerte reflexionar sobre lo que pasa en tu día a día y que sepas que eso por lo que estás atravesando –sea lo que sea– alguien más lo ha vivido.

A fin de cuentas, nos enfrentamos a casi las mismas circunstancias, la diferencia está en cómo respondemos a ellas.

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