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Superar las dificultades ha sido el reto de Victoria Arlen. Ella es una mujer reconocida en Estados Unidos, aunque tal vez no lo sea para muchos latinoamericanos. Hace algunas semanas estaba esperando en la sala de un aeropuerto cuando conocí su historia.

La pasaron en uno de esos televisores que uno no siempre ve. Pero lo que le ha pasado es tan cautivante que me quedé viéndola hasta el final. Hoy quiero compartírtela porque ella es uno de esos héroes anónimos que nos enseñan a superar las dificultades.

Victoria nació en Boston, Estados Unidos, en 1994. Hizo parte de unos trillizos saludables que crecieron sin muchas dificultades. De pequeña, le gustaban la natación y la danza. Tenía talento para ambas cosas.

Pero un día, cuando tenían 11 años, la salud de Victoria empezó a cambiar. Tuvo síntomas similares a los de una gripe y su espalda y abdomen le dolían. Los doctores le sacaron el apéndice, pero su situación no mejoró.

Cuando Las dificultades Acechan

Se requiere valor para superar las dificultades.

Se requiere valor para superar las dificultades.

Por el contrario, Victoria recuerda que primero perdió la fuerza en sus piernas. En un lapso de dos semanas, quedó paralizada por completo. Pero eso no fue todo, pues sus manos también dejaron de funcionar.

Paralelamente, se manifestaron otros síntomas. No podía comer correctamente. Y se le dificultaba encontrar las palabras correctas cuando quería hablar. Poco después, cayó en un coma profundo.

Su familia pensó lo peor porque la niña permaneció en ese estado dos largos años. Solo al cabo de tres años los médicos le diagnosticaron mielitis transversa y encefalomielitis aguda diseminada.

Esto, en pocas palabras, significa que su cerebro y su médula espinal se inflamaron. Y esto afectó las conexiones nerviosas en el cuerpo de Victoria. Que cuatro años después de su crisis recuperó la conciencia, pero seguía impedida para moverse.

Lista Para Superar Las Dificultades

Los médicos, al parecer, no estaban listos para asumir ese tratamiento. No solo se demoraron en diagnosticar las enfermedades, sino que les decían a los padres de Victoria que ella quedaría en estado vegetal.

Y ella oía esas conversaciones, pero no podía reaccionar. Afortunadamente, sus padres no se rindieron y se la llevaron a casa para cuidarla. Mientras que sus hermanos le hablaban todo el tiempo para mantenerla conectada a la realidad.

Ellos no sabían que ellas los oía, y la animaban para que saliera adelante. Ese fue el principal aliciente que ella tuvo para retomar el control de su cuerpo. En 2009, por primera vez, volvió a mirar a su madre.

Y poco a poco recuperó el habla, el movimiento de sus manos y la capacidad de deglutir. Sin embargo, sus piernas no reaccionaron de la misma forma. Los médicos solo le decían que quedaría en silla de ruedas de por vida.

Hay Que Superar Las Dificultades Y No Dejarse Vencer

Siempre hay un camino para superar las dificultades.

Siempre hay un camino para superar las dificultades.

Sin embargo, en ese punto de la historia, Victoria no estaba dispuesta a rendirse. Decidió no creer en los médicos y volver al colegio, donde fue víctima de bullying por su silla de ruedas.

Nuevamente, sus padres prometieron acompañarla en su proceso de volver a caminar. Así como sus hermanos, que un día la botaron en la piscina de su casa para que ella se convenciera de que con o sin piernas podía volver a nadar.

Ese fue el inicio de una gran recuperación. Libre de su silla de ruedas, Victoria llegó al equipo de natación paralímpica de Estados Unidos en 2012. Con él, participó en los Juegos  Olímpicos de Londres.

En ese campeonato, ganó una medalla de oro y tres de plata. Incluso, estableció un nuevo récord y, sin quererlo, saltó a la fama. Pero aún tenía una tarea pendiente: deshacerse de su silla de ruedas.

Superar Las Dificultades En Equipo

Con el grupo Project Walk, de San Diego, Victoria retomó su rehabilitación. Y luego en su ciudad de origen, donde sus padres abrieron una sede de esa organización que ayuda a personas a recuperar su movilidad.

Victoria invirtió largas horas de su tiempo entrenándose para caminar nuevamente. Hasta que, en 2015, tuvo un pequeño movimiento en una de sus piernas. “Tomé ese pequeño movimiento y encendí la llama”, recuerda Victoria.

Luego, continuó caminando con ayuda de muletas y en 2016 caminó por primera vez sin su ayuda. Aún debe usarlas cuando sus piernas no funcionan a la perfección, pero su esfuerzo ha valido la pena.

Hoy es una de las comentaristas de la prestigiosa cadena de televisión ESPN. Y se dedica a apoyar a las personas que están pasando por una situación similar a la suya. Porque si ella salió adelante también fue por el esfuerzo de quienes estuvieron a su lado.

Para superar las dificultades hay que tener fe.

Para superar las dificultades hay que tener fe.

El Poder Del Optimismo

Al hablar de su experiencia, Victoria siempre recuerda esta frase de la escritora Helen Keller. “El optimismo es la fe que conduce a los logros. Nada puede hacerse sin esperanza y sin confianza”.

Hoy te invito a que tú también adoptes esta filosofía. Porque cada persona tiene su propia “silla de ruedas”. Llámala pobreza, deudas, envidia, odio, desamor, pereza, tristeza, desconfianza.

Pero, así como lo hizo Victoria, cada persona también tiene el derecho de deshacerse de esa “silla de ruedas”. Y dar pasos hacia el logro de sus propios sueños. A pesar de las circunstancias, el optimismo nos da más posibilidades de que lo que soñamos sea posible. Y tú, ¿qué tan optimista eres?

  1. ¿Cómo has hecho para cultivar tu optimismo?
  2. Por el contrario, ¿qué te hace sentir pesimista?
  3. ¿Cómo superas ese estado emocional negativo?
  4. ¿Qué resultados has obtenido gracias a tu optimismo?
  5. ¿Cuándo pierdes la confianza en ti, cómo haces para recuperarla?

 

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