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Invertir es una actividad que se relaciona absolutamente con las finanzas y el dinero. Sin embargo, va más allá del conocimiento o experiencia que se pueda tener. De hecho, existe un ingrediente vital que caracteriza a los inversionistas exitosos.

Este es tener un propósito. Es decir, no ganar dinero simplemente por ganarlo o acumularlo. Sino hacerlo con un fin que puede ir desde potenciarte como persona hasta impactar de manera profunda a tu comunidad.

Tener un propósito es clave al invertir porque nos ayuda a mantener el enfoque. A saber que existe algo más allá de nuestras operaciones financieras que nos alienta a vivir. Y a reducir el riesgo de que invirtamos solo para crecer nuestro bolsillo.

No obstante, hallar este propósito no siempre es sencillo. Frecuentemente, nos hallamos distraídos. Y esto nos dificulta trazarnos metas no solo en el campo financiero, sino en los demás.

Si estás ante esta situación, esta guía te puede ser útil para poder identificar tu propósito. De esta forma le darás más sentido a tus finanzas que solo la acumulación de dinero. Así que presta atención:

Al Invertir, La Persona Está Primero

Tu propósito de vida e invertir están relacionados

Tu propósito de vida e invertir están relacionados – Hyenuk Chu | Foto: Pixabay

Mucho antes de que cualquiera de nosotros tuviera dinero, teníamos sueños. Al crecer, esta visión se distorsiona porque la sociedad nos hace creer que siempre necesitaremos dinero para cumplir esas metas.

Entonces, empezamos a poner al dinero por encima de ellas. Nos frustramos cuando no tenemos dinero porque creemos que sin él no podremos cumplir lo que soñamos. Sin embargo, esa es una visión errada acerca del dinero.

Porque, cuando hablamos de él, debemos poner a la persona primero. Esto significa que el primer paso es identificar qué es eso que nos mueve, que nos hace levantar cada mañana. Lo que nos impulsa a seguir adelante.

Ahí está nuestro verdadero propósito. Pero nadie nos dijo que lo lograríamos fácil. Por eso, debemos preocuparnos por estar bien, por sentirnos bien. Solo así seremos capaces de seguir persiguiendo ese propósito.

Y, entonces, el dinero dejará de ser el fin que nos preocupemos por buscar. Empezará a ser un aliado que nos impulse o nos ayude a cumplir nuestros propósitos. Por eso, la persona y el propósito siempre van primero.

El Presente Importa

Haciendo la reflexión anterior nos daremos cuenta de que existen diferentes clases de propósitos. Están los vitales que no están sujetos a negociación. Pero también los que queremos cumplir a corto, mediano o largo plazo.

En ese sentido, es importante comprender que invertir es una actividad que puede ayudarnos a alcanzarlos todos. Por eso, debemos mantener la vista bien puesta en el presente, en primer lugar.

Si lo hacemos, nos preocuparemos por adquirir las herramientas que necesitemos para poder aprovechar las oportunidades. Porque las oportunidades solo se les presentan a los que están preparados para afrontarlas.

En segundo lugar, podremos disfrutar hoy de los frutos de nuestra paciencia y constancia diarias. Algo que resulta clave si se tiene en cuenta que el pasado ya es historia y que el futuro aún no existe.

Entonces, piensa en cuáles son tus propósitos más inmediatos. Luego, ancla tu estrategia de inversiones con ellos, de manera que puedas materializarlos. Pero no olvides que detrás de ese inversionista estás tú, con tus sueños más íntimos y personales también.

Invertir Para El Futuro

Al invertir, piensa en tu futuro

Al invertir, piensa en tu futuro – Hyenuk Chu | Foto: Pixabay

De forma paralela, tienes otra tarea. Esta es pensar en esos objetivos que quieres lograr a mediano y largo plazo. Porque seguramente también quieres retirarte con una suma millonaria en el banco o irte a vivir a esa finca con la que siempre soñaste.

Hacer este ejercicio de proyección te ayuda a organizar tus inversiones. Porque pones sobre la mesa todas las cartas: cuánto dinero necesitas, en qué plazo y para qué lo usarás. Esto te conduce a evaluar las posibilidades que te da el mercado de invertir.

Así, puedes identificar las que mejor se ajusten a dos criterios. Lo que tú eres como persona y tus metas a futuro. Entonces, sabrás qué es lo que más te conviene y empezarás a sacarle provecho.

O te pondrás en acción, aprenderás, buscarás ayuda o harás lo que sea necesario para sacar el máximo rendimiento de esas inversiones. Todo, con la mirada puesta en esas metas que hoy aún no están a tu alcance.

Pero, en este proceso, no olvides los pasos anteriores. De nada vale dejar de vivir el presente por pensar en lo que pasará después. Pero, si derrochas en el presente, no le eches la culpa luego de que no conseguiste lo que planeaste.

Tú No Estás Solo

Existe otro ingrediente clave cuando se trata de los objetivos que debe buscar una persona que quiere invertir. Este es la comunidad que la rodea, ya sea cercana o lejana. Porque una persona nunca está sola.

En ese sentido, si quieres invertir, pregúntate también de qué forma quieres impactar al mundo. O cómo podrías ayudar a alguien más, desinteresadamente, a que mejore su propia existencia.

Te darás cuenta de que en tu familia, barrio o ciudad hay muchas personas que apreciarían tu ayuda. Entonces ¿por qué no donarles dinero, tu tiempo o tus conocimientos para que puedan salir adelante?

El punto no es cómo hacerlo, porque cada persona tiene, precisamente, propósitos diferentes. El asunto es reconocer que siempre, ya sea de una forma o de otra, es posible realizar acciones positivas por los demás.

Así que, cuando pienses en tus inversiones, analiza cómo puedes lograr ese impacto. Concíbelo como una parte integral de ellas. Descubrirás que invertir no se trata solo de hacer dinero.

Relación entre invertir y tu propósito

Relación entre invertir y tu propósito – Hyenuk Chu

Al Invertir, Trata De Ser Mejor

Finalmente, diría que al invertir un inversionista debe tratar de ser un mejor inversionista. Lo menciono porque muchos piensan que obtener y manejar el dinero es un asunto rápido y fácil.

Pero se equivocan porque se requiere de adquirir conocimientos y soportar la prueba y el error para lograr resultados satisfactorios. Por eso, más allá de enriquecerse de la noche a la mañana, el propósito del inversionista exitoso debe ser lograr la excelencia en lo que hace.

Esto significa tomarse el tiempo para aprender y practicar. Para conocer los vehículos de inversión que existen y poder decidir cuáles son los más idóneos. O para adquirir un método que le permita saber constantemente donde están las mejores oportunidades de generar ganancias.

Al final, lo que se obtiene es un propósito redondo o en 360 grados. Es decir, uno en el que caben la persona, sus necesidades inmediatas, sus expectativas futuras y su habilidad para capturar las oportunidades donde está el dinero.

Ese es el perfil ideal que todos deberíamos tener o a donde todos deberíamos tratar de llegar. Así que, como siempre lo digo, empieza hoy. No esperes a que algo te mueva el piso para actuar.

Toma las herramientas con las que cuentas y empieza a definir tus propósitos. Entonces, podrás crear una ruta que te ayude a tomar acción de una forma organizada y eficiente. Y cumplir tus propósitos financieros.

Ahora, comparte lo que piensas:

  1. ¿Cuál es tu propósito de vida?
  2. ¿Y cuál es tu propósito al invertir?
  3. ¿Qué acciones te falta por realizar para alcanzar los dos anteriores?
  4. Vámonos al Bootcamp. ¡Te veo ahí!

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